El Orange británico se puso en marcha en 1994, como operador de red móvil y proveedor de servicios de internet en Reino Unido. La marca Orange fue creada por un equipo de marketing, dirigido por Chris Moss. El lanzamiento se considera uno de los más exitosos en la historia del marketing. La consultoría de la marca Wolff Olins se encargó del diseño del logo, y la agencia de publicidad WCRS creó el lema “El futuro es brillante. El futuro es Orange”, que en 2005 se acortó dejando “El futuro es brillante”, y finalmente cayó en 2008. En 2019, los servicios de Orange fueron discontinuos en Reino Unido. 

En 1996, Orange tuvo que cambiar su estrategia de marketing en Irlanda del norte e, incluso allí, fracasó su lema “El futuro es brillante. El futuro es Orange”. En aquel momento, Irlanda del norte cayó en un conflicto llamado “Los problemas” (1969 – 1998), un periodo de violencia sectaria que involucraba a los sindicalistas (principalmente los católicos) y los leales (principalmente los protestantes). En Irlanda del norte, el color naranja fue asociado principalmente con el orden de Orange, una organización fraternal protestante. Como resultado, más que el significado pretendido, era que el futuro era de los leales protestantes, una idea que los católicos irlandeses habrían rechazado.

Estas actitudes persistentes hicieron que, en 2016, la compañía de bebidas Volvic dejara su campaña publicitaria con el lema “Orange y Orgulloso” en Irlanda, Irlanda del norte y Escocia, entre temores de que podría ser ofensivo para los católicos, mientras la campaña seguía manteniéndose en Gales e Inglaterra, como una “declaración positiva y divertida”.